lunes, 20 de agosto de 2012

LA MADRE LLORANDO

En la niñez, la recuerda.
En la niñez la idolatra.
Recuerda su pelo negro
recuerda sus dulces manos
su cuerpo oliendo a rosas
sus caricias y sus cantos.

La niña se hizo mujer
y la sigue recordando
aquella noche tan triste
ella llamaba llorando.


Déjame ver a mis hijos
quiero verlos y abrazarlos
se agarraba a la ventana
con la carita, llorando
con el cuerpo estremecido
de rodillas, suplicando.

Déjame ver a mis hijos
quiero verlos y abrazarlos
y se pasó la noche
de rodillas, suplicando
y llegó el amanecer
y allí seguía llorando.

La niña se hizo mujer
y la sigue recordando
aquella noche tan triste
la niña estaba temblando
la carita entre sus manos
también estaba llorando.

Quería correr a sus brazos
y limpiar todo su llanto
llenarla de besos
darle caricias y abrazos
quitarle todas las penas
y meterse en su regazo.

Pero no podía hacerlo
y la sigue recordando
su pelo negro, sus dulces manos
su cuerpo oliéndole a rosas
sus caricias y sus cantos.

La niña se hizo mujer
y la sigue recordando.




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