Cuando yo me haya ido
me buscarás en las sombras
y en los suspiros del viento,
cuando acaricie tu cara.
Y desearás tener mis besos,
que mi sombra cobre vida
y te cune en los silencios
como cuando eras niña,
y dormías en mi pecho.
Me quedaré contigo
en los suspiros del viento,
que siempre te recordarán
lo mucho que yo te quiero.
Salida del alma, para mi hija Alborada. Final de la primavera del 2011.
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